¿Si Estados Unidos hubiera tenido las pruebas concretas de que un misil de los independentistas o de Rusia hubiera derribado al avión, no las hubiera mostrado ya?
Por Carlos Santa María
Mientras se lee esta columna, el asesinato de cientos de palestinos y ucranianos del este se difumina. Ese objetivo es logrado por el atentado en el este de Ucrania a un Boeing 777 de Malaysia Airlines, que cubría la ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur con 283 pasajeros y 15 tripulantes a bordo, en una zona controlada por las milicias que luchan contra el Gobierno de Kiev. Estableciendo de inmediato un culpable a priori por parte de las Potencias EAIF, logra desviar la atención de esas masacres, impactando la conciencia pública aunque no haya sido comprobada la información.
Lo infame es que acusando a las milicias y a la Federación Rusa, pese a ser evidentemente falso, se obtuvo lo perseguido maquiavélicamente: dejar el registro de supuesta agresión por parte de un país considerado “enemigo de la libertad”. Asimismo, las sanciones de la ‘Unión’ Europea a Rusia por la supuesta destrucción del MH17, sin ninguna prueba, demuestran las acciones desesperadas por insertar a dicho país en una conflagración y el uso de la irracionalidad en el punto máximo con tal de lograr su fin perverso.
Por ello, es importante saber que el régimen de Poroshenko, obedeciendo las órdenes dadas por el enclave de Corporaciones Transnacionales, a través de los gobiernos de Estados Unidos y sus subordinados (Alemania, Inglaterra y Francia), tiene como axiomaobligar a Rusia a entrar en conflicto para comenzar una Tercera Guerra Mundial, con las consiguientes ganancias de los empresarios de la guerra y aprovechando la geoestrategia para reformular los mapas del mundo.
Para ello, ha realizado las más diversas y agresivas acciones, que estaban en su punto máximo al bombardear la frontera rusa, tal como continúa ocurriendo, para forzar la conflagración. Sin embargo, el atentado al Boeing es la última táctica aplicada si se da por sentado que no hubo ninguna explosión interna ni falla de motores, que es lo indicado por Malaysia Airlines, dejando como única alternativa el derribo por un misil o un ataque de un caza militar.
¿Los planteamientos anteriores están ligados a la masacre aérea?
Obviamente, la búsqueda de la explicación requiere un criterio científico: todo hecho debe ubicarse en un contexto, tiempo y coyuntura, imbricado al análisis de los intereses que marcan a los actores o protagonistas.
En este conflicto local entre ucranianos, que se ha convertido en global, hay tres actores clave: el gobierno de Kiev, avalado por el régimen estadounidense, acompañado de la ‘Unión’ Europea (que son simplemente tres países los que marcan la decisiones del resto subordinado), y la OTAN como el brazo armado de esta Alianza; la Federación Rusa y el gobierno de la República Popular de Donetsk.
La Casa Roja tiene un interés triple en esta situación: a) Apoderarse de las fuentes energéticas, minerales y alimenticias de Ucrania; b) Mantener un régimen absolutamente controlado a través de presidentes con gran flexibilidad ósea; c) Mantener en permanente amenaza a la Federación Rusa o, si es factible, ahogarla y exterminarla definitivamente. Para ello, se posee la decisión, táctica, frialdad y experiencia, especialmente aportada por el sistema de “bandera falsa” como la autodestrucción de las Torres Gemelas, la supuesta ejecución de Osama Bin Laden, el ataque a Gaza o el patrocinio al terrorismo en las formas que sea necesario.
La Federación ha tenido un desenvolvimiento tal, que cada vez se percibe con mayor vitalidad que es una nación pujante, con mayores amigos y en unidad con China, fórmula imbatible en la arena diplomática, comercial y militar, si se diese el caso. La reciente gira por América Latina, éxito histórico, abre un mundo pluripolar para el desarrollo social de muchas naciones en Complementariedad. Por tanto, su interés es tener el menor número de incidentes, poseer una frontera sin contratiempos y lograr la paz en Ucrania.
La República Popular de Donetsk es un baluarte de la concepción independentista, sometida a un ataque brutal tanto en su parte civil, ciudades, hogares, escuelas, hospitales, etc. Su decidida oposición a golpes de estado y su visión soberana contrastan con su estructura de defensa, por lo que en este momento su prioridad es fortalecerse para defender a la población en peligro. De allí que lo menos importante es crear pugnas que pudiesen debilitarlos.
De lo anterior, se desprende que solo uno de los actores tiene interés real en que el conflicto se expanda y ha hecho todo lo posible para que eso se dé, aunque ha encontrado la férrea y madura oposición rusa. Si se analizan los discursos de Putin y de Obama, el lenguaje cauto, en pro de la paz, explicativo, de un estadista, contrasta con el porcentaje de amenazas, infundios, insultos, altanería, del segundo. Es en dicha dirección que el presidente Poroshenko ha pedido la intervención de la OTAN, aprovechando que los Medios internacionales acusan a Rusia de haber manipulado o entrenado a quienes manejan las herramientas antiaéreas, además incluso de saquear cadáveres por parte de las milicias.
Ahora, definido los intereses, se puede pasar al análisis concreto.
¿Quién derribó el avión malasio?
El primer requisito, indispensable, para realizar esta planificada y sangrienta acción es una torre de control desde donde se ubique con precisión el desplazamiento de la nave. Esto significa contacto, confirmación, identificación. ‘Coincidencialmente’, el gobierno de Poroshenko posee toda la infraestructura necesaria para vigilar su espacio, tener los planes de vuelo de aquellos que crucen su territorio aéreo, conocer el estado del tiempo, visibilidad y coordenadas concretas. Es decir, saber con exactitud cuándo, dónde y cómo pasará esa aeronave, manteniendo contacto y orientando su vuelo.
El segundo requisito es la existencia de una herramienta que pueda abatirla a través de algún misil o disparos precisos, lo que sólo puede provenir de otra nave con mayor opción bélica o de un arma provista de misiles tierra-aire que le permitan alcanzarla a cierta distancia, en este caso, a más de 10 kilómetros. El único que las posee es Ucrania.
Algunos ‘expertos’ han manifestado que es factible el uso de dichas armas por parte de sectores del Ejército que no siguen las órdenes del Comandante en Jefe, lo que eximiría de responsabilidad a Kiev. Aún más, también han manifestado que podría ser un error de las autodefensas que dispararían sin saber identificar. Son algunas ‘ideas’ sobre la situación ocasionada que no logran desvirtuar lo sustentado.
La Federación no posee armas de este calibre en esa zona y la República de Donetsk ha aclarado que los aviones y helicópteros derribados no alcanzaban tal distancia de ningún modo, incluso dos de ellos fueron impactados al intentar aterrizar. El Boeing-777 volaba a alturas comerciales, que están fuera del radio de sus armamentos antiaéreos portables.
El tercer requisito, inocultable, es el interés que pueden tener aquellos que participaron de dicho crimen. Ya es claro que el único beneficiado y quién lo ordenó no posee la mínima cordura humana para detenerse ante tamaña ‘hazaña’. En una tercera ‘coincidencia’, un régimen que bombardea a su propio pueblo, que asesina a civiles, que se surte de ejércitos terroristas y que pretende la liquidación o exterminio de los denominados rebeldes, es capaz de hacer lo que sea por lograr lo que pretende. Ha causado una gran interrogante el motivo que tuvo Kiev para cambiar el plan de vuelo de ese avión y, conociendo dicha grave problemática, lo haya conducido conscientemente hacia una zona en conflagración y altura en coordenada con una caza ucraniano.
El tercer requisito, inocultable, es el interés que pueden tener aquellos que participaron de dicho crimen. Ya es claro que el único beneficiado y quién lo ordenó no posee la mínima cordura humana para detenerse ante tamaña ‘hazaña’. En una tercera ‘coincidencia’, un régimen que bombardea a su propio pueblo, que asesina a civiles, que se surte de ejércitos terroristas y que pretende la liquidación o exterminio de los denominados rebeldes, es capaz de hacer lo que sea por lograr lo que pretende. Ha causado una gran interrogante el motivo que tuvo Kiev para cambiar el plan de vuelo de ese avión y, conociendo dicha grave problemática, lo haya conducido conscientemente hacia una zona en conflagración y altura en coordenada con una caza ucraniano.
Esta sindicación se fortalece con las mentiras de la Red House y el gobierno neonazi, lo que los incrimina directamente.
20 falacias que confirman la culpabilidad.
Toda la supuesta fundamentación de CIA-Kiev para indicar como responsables a los independentistas o a Vladímir Putin directamente, es casi ridícula: Un mapa que indica desde donde supuestamente provendría el ataque o una ‘grabación’ que se sabe claramente que es una suma de voces. Lo delicado es una fabricación de pruebas a nivel técnico o el ocultamiento de otras, lo cual es perfectamente obvio, pues en su afán de culpar a Rusia ha sido muy desprolijo en la argumentación. Por ejemplo, no ha respondido por qué existían Buk-M1 en una zona donde sus enemigos no tienen aviones, cómo están manejando la información técnica que poseen o si la están contaminando, debido a qué impiden la asistencia de la comisión internacional a realizar la investigación. La sindicación es incontrovertible y la falsedad de las supuestas pruebas aportadas por el gobierno y régimen de Estados Unidos, en una indiscutible asociación, explica su autoría:
1. El presidente ucraniano de inmediato que ocurrió el crimen hizo pública su condena y no descartó que el avión fuese derribado por los “separatistas” o “terroristas”, insistiendo en su versión de la alianza rusa… mientras tanto ahora mesuradamente “exige” una investigación internacional por expertos reconocidos, sin explicar la rapidez con qué conoció el hecho, si no es por la planeación anterior. Lo que ahora se sabe es que la información provino de la CIA y fue distribuida a través de los Medios en forma de obligatoria difusión, tal como se hizo en los editoriales de los centros ideológicos informativos para acompañar la guerra mediática.
2. Por su parte, el vicepresidente Joe Biden aseguró que la aeronave fue derribada y no se trató de un accidente, suponiendo que los separatistas o Rusia eran responsables. Un día más tarde, seguramente conociendo los mapas satelitales de su nación, se calló y ha continuado en permanente silencio pese a conocerse su locuacidad.
3. Barak Obama en una intervención teatral denunció la masacre insistiendo en que, como siempre, los implicados tendrían una sanción, pues se contaba con los satélites que comprobaban a los culpables del este. Paulatinamente ha descendido su tono para declarar su pésame a los fallecidos y solicitar la conformación de un equipo de especialistas lo antes posible. El lunes 21 de julio, el presidente ya afirmaba que resulta imprescindible que la comisión designada arribe al lugar para investigar lo sucedido. Extraño cambio de actitud.
4. Las informaciones mundiales decían que el Boeing 777, con 280 pasajeros y 15 miembros de la tripulación, se estrelló cerca de la zona de conflicto de Ucrania con Rusia, y se hablaba de que un misil habría derribado la nave. Lo anterior, con el objetivo de presentar a esta nación como parte del conflicto ucraniano. Hoy se conoce, afortunadamente, que existe un conflicto interno, un régimen muy agresivo y cuyo gobierno es producto de la injerencia directa en el derrocamiento de Yanukovich, el presidente legítimo, por parte de la CIA, la Otán y la ‘Unión’ Europea.
5. Tras producirse la tragedia, los militares ucranianos negaron el mismo día 17 de julio que sus aviones hubieran realizado vuelo alguno, lo que se confirma como una mentira clara pues estuvieron en dicho lugar, lo que se establece por mapeo de la zona.
6. Las grabaciones de las presuntas conversaciones de las autodefensas sobre el avión antes del siniestro se difundieron inmediatamente después de la catástrofe, luego fueron ‘modernizadas’ y al final, al descubrirse su edición manipulada, desaparecieron misteriosamente. Un análisis espectral y del tiempo ha demostrado que el diálogo se cortó en trozos y luego fue ensamblado. El vídeo en el que, supuestamente, los rebeldes decían haber destruido el avión se subió el día antes que ocurriese el evento.
7. El complejo antiaéreo Buk-M1, cuyas fotos y videos presentaban los Servicios de Seguridad de Ucrania como pruebas de la implicación de Rusia en el asunto, realmente pertenecían al Ejército ucraniano. Sus materiales muestran el sistema con el número 312 presuntamente cruzando la frontera ruso-ucraniana, pero el mismo complejo ya fue visto en marzo en áreas controladas por los militares. Además, las propias tropas aseguran que complejos de este tipo no cayeron en manos de las milicias, mostrando el traslado del Buk ‘ruso’ que resultó en otro fiasco absurdo, pues correspondía a ellos mismos. En síntesis, Ucrania denunció, después del crimen, que las milicias habían capturado sistemas antiaéreos Buk-M1 demostrándose posteriormente que eran propios. El día del derribo los sistemas de monitorización rusos detectaron actividad radar de sistemas relacionados con las baterías antiaéreas ucranianas del sistema Buk M1 desplegadas en torno a Styla, a unos 30 kilómetros al sur de Donetsk. Definitivamente, han tenido que aceptar que en la región de Donetsk, donde se estrelló la nave, estaba operando la división Búkov de las Fuerzas Armadas de Ucrania y, según el Fiscal General de Ucrania, Vitali Yarioma, los milicianos del sudeste no disponían del sistema de misiles Buk-M1.
8. Las pruebas de satélite que ‘confirmaban’ lo dicho por Obama, Biden y Poroshenko, no han sido entregadas hasta ahora. Lo que se sabe es que el régimen estadounidense monitoreaba la zona y no emitió ningún mapa que evidencie ataque o causante, excepto declaraciones, lo que indica claramente que borró la información, la falsificó o interpretó a partir de sus propias conjeturas, pues son ellos los imputados. Se conoce que un satélite espía estadounidense sobrevolaba el territorio donde fue derribado el avión malasio, supervisando el lanzamiento de misiles. El Ministerio ruso de Defensa ha propuesto a EE.UU. que haga públicas las imágenes, de las que dice disponer, que demuestren que el Boeing de Malasia Airlines fue derribado desde el territorio bajo control de la milicia popular.
9. Poroshenko manifestó públicamente que Rusia quería apoderarse de las cajas negras, lo que nuevamente fue desmentido por el representante especial del Gobierno de Malasia, el coronel Mohd Saqri. Asimismo, denunció a Donetsk y Moscú de poner trabas a los especialistas para que se acercaran al lugar de los hechos. Sin embargo, los propios observadores de la OSCE han refutado que las autodefensas les negaran el acceso al lugar de la catástrofe aérea.
10. De modo estrambótico en estos días se ha planteado por los servicios secretos estadounidenses que un desertor del ejército ucraniano podría haber derribado el avión… aunque no se sabe quién es, dónde vive, su nombre ni cuáles son sus hobbies (¡sin comentarios!).
11. El pasado 18 de julio, el jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Valentín Naliváichenko, anunció la captura de unos “observadores” de los sistemas Buk, supuestamente procedentes de Rusia, aunque tras la publicación de su declaración no se difundió ninguna otra información sobre la captura de esas personas desvaneciéndose las importantes “pruebas”.
12. En los Medios de las Transnacionales, después de acusar, injuriar, descalificar, ahora se ha apagado subrepticiamente la noticia y atribuyen más que una condena, a una “responsabilidad política” de Rusia, cambiando la versión cuando en realidad se sabe que el régimen ucraniano fue impuesto por los funcionarios estadounidenses y europeos con el fin de generar una guerra.
13. Después de insistir que existían fuerzas rusas en Donetsk, incluso expertos en armas antiaéreas, el mismo Ministerio de Defensa ucraniano hizo hincapié en que la defensa aérea de las Fuerzas Armadas rusas no estaba en funcionamiento en esa zona el 17 de julio. Tampoco aviones de las Fuerza Aérea de Rusia sobrevolaron las regiones rusas limítrofes con la provincia de Donetsk, lo que habría sido confirmado por registradores de datos de vuelo.
14. En uno de los errores más graves, el gobierno de Ucrania ha manifestado que el avión nunca abandonó las rutas previstas y que los expertos no han encontrado nada inusual en el comportamiento de los controladores.
El problema radica en que si no hubiese sido desviado y bajada su altitud, debido a la velocidad del Boeing, que es inalcanzable para un caza Su-25 a esa altura, no hubiera habido contacto tan próximo de 3 a 5 kilómetros. Al darse éste, los sensores del misil ya activados captan un blanco, el cual en una ubicación ideal procede a conectar; de igual modo, también sus armas pueden atravesar el fuselaje debido a su poder de fuego. Por eso le ayudó el centro de control de vuelos en la ciudad ucraniana de Dnepropetrovsk, que ordenó al Boeing que se desviara hacia la izquierda, en la dirección del Su-25.
El problema radica en que si no hubiese sido desviado y bajada su altitud, debido a la velocidad del Boeing, que es inalcanzable para un caza Su-25 a esa altura, no hubiera habido contacto tan próximo de 3 a 5 kilómetros. Al darse éste, los sensores del misil ya activados captan un blanco, el cual en una ubicación ideal procede a conectar; de igual modo, también sus armas pueden atravesar el fuselaje debido a su poder de fuego. Por eso le ayudó el centro de control de vuelos en la ciudad ucraniana de Dnepropetrovsk, que ordenó al Boeing que se desviara hacia la izquierda, en la dirección del Su-25.
15. Poroshenko manifestó su total disposición a que hubiese una investigación imparcial para lo cual prestaría toda su colaboración a los agentes encargados, es decir, entregar los registros de las conversaciones entre los oficiales de la torre de control de tráfico aéreo de Ucrania y los tripulantes del avión derribado, planes de vuelo, etc. No obstante, la BBC informó que el servicio secreto de Ucrania ha confiscado dicho material, que puede ser manipulado para entregarlo posteriormente “con algunas modificaciones”. No hay que olvidar que las autoridades de cada país son las responsable de mantener la seguridad de su espacio aéreo para las aeronaves civiles y posee todo el registro exigido.
Es importante precisar que el ministro de Transporte de Malasia confirmó que los controladores aéreos ucranianos exigieron que los pilotos volaran a una altitud más baja que lo previsto, prohibida, destacando que Rusia hacía todo lo posible para garantizar la seguridad en el lugar del siniestro. El desvío fue aproximadamente de 14 kilómetros en dirección norte.
Kiev ha ocultado el delicado hecho de identificar quién obligó al controlador del vuelo en Dnepropetrovsk a desviar de su ruta al MH17.
Kiev ha ocultado el delicado hecho de identificar quién obligó al controlador del vuelo en Dnepropetrovsk a desviar de su ruta al MH17.
16. El gobierno ucraniano informó que un misil lanzado por los “prorrusos” abatió el aparato. Sin embargo, poco después nuevamente silenciaron sus replicadores, pues testigos desde tierra no vieron ninguna estela de proyectiles, lo que es característico de éstos, tal vez desalentados además porque los documentos aportados científicamente por el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa visibiliza claramente un caza Su-25, utilizado por la Fuerza Aérea de Ucrania, paralelo al avión antes de su caída.
17. Las sanciones emitidas por Estados Unidos en conjunción con la Unión Europea para debilitar a Rusia, mencionadas como graves por la intervención supuesta en esta masacre, ha finalizado en castigos de no tan alto impacto debido a que sus fundamentos no tienen ningún asidero, excepto atacar a un país soberano. Las nuevas medidas punitivas pretenden en realidad dar una prueba de poderío y corresponde a una acción desesperada propia de la frustración al no lograr sus objetivos. Por ello, al no poder someter al mandatario ruso a apoyarlos, se emplea este crimen para implementar las sanciones. La justificación es la idea fija de que “si no hay cooperación total de Rusia en la cuestión ucraniana”, es decir, que coaccione a los independentistas a dejar las armas, seguirá la penalización.
18. Una de las formas en que la falacia se vuelve peligrosa en extremo es ocultar los documentos que desvirtúan la mentira expuesta.
En este sentido, la evasión a la verdad se da en varios actos: No se ha revelado el contenido de la conversación entre el expedidor en Polonia, la tripulación malasia y los controladores ucranianos; se sabe que el avión fue desviado hacia el norte del corredor trazado inicialmente por las fotografías satelitales, pero no se han hecho públicas las razones técnicas dadas para esa decisión; se desconoce el motivo político u homicida para desviar a una zona de combate a un avión (cuyas conversaciones darían respuesta probablemente); se conoce que el centro de control del tráfico aéreo en Dnepropetrovsk fue quien desvió al vuelo MH71 de su ruta específica, llevándolo hacia la zona de peligro, aunque se desconoce quién dio la orden. Lo que está confirmado es que Ucrania tiene experiencia en derribar aviones a través de misiles y que de una manera tendenciosa hizo bajar al Boeing a una altura donde un caza ucraniano lo contactó directamente.
Actualmente, los Servicios de Seguridad tienen en su poder todo el material probatorio, incluido grabaciones de las conversaciones entre los pilotos y los despachadores de vuelo, así como las conversaciones de los encargados de los sistemas antiaéreos.
Sin embargo, el régimen de Estados Unidos deberá aportar también sus propios mapas aéreos y las grabaciones de las que dispusiera, pues se sabe claramente que ellos monitorearon totalmente esa zona a través de sus satélites espías, es decir, qué captaron el día en que ocurrió la tragedia del avión civil de Malasia. Es difícil de creer que los satélites del Pentágono no puedan mostrar imágenes sobre el desplazamiento de los grandes sistemas antiaéreos Buk de Rusia a Ucrania y luego en sentido contrario. Más bien, tendrán que explicar con imágenes de espacio porqué se trasladaron hacia otro lugar los misiles Buk el día de la tragedia.
¿Qué confirmarán las cajas negras?
Se ha ratificado que las cajas negras del Boeing 777 fueron entregadas sin alteración por las autodefensas de Donetsk, tal como lo manifestó la autoridad malasia, pese a la nueva mentira de los neonazis según los cuales habían sido manipuladas y se oponían a su entrega.
Al respecto, es factible que la Comisión investigadora del hecho llegue a conclusiones transparentes o intencionadas ideológicamente. Si la ONU envía representantes crea una desconfianza alta en sus resultados, tal como ocurrió con las armas tóxicas en Siria y como lo sostuvo este país, Rusia e Irán, corroborado por la Organización para la prohibición de armas químicas: fueron proporcionadas por potencias y monarquías árabes a Al Qaeda, con el fin de exterminar civiles y culpar a Al Assad.
Se espera que exista un organismo o equipo científico que pueda determinar con honestidad la verdad, ya que, si las cajas negras se entregan al equipo del Consejo de Seguridad holandés, la desconfianza es aún mayor sabiendo su dependencia del régimen norteño. Estas determinarán los últimos momentos de lo sucedido aunque los diálogos incluso pueden ser manipulados en su interpretación. Sólo una supervisión in situ podría garantizar un grado relativo de certeza. Lo probable es que se manifieste que es complejo interpretar los resultados o que no conducen a estudios concluyentes. Se hará todos los esfuerzos por parte de las transnacionales de la información de ocultar los datos a través de titulares que confundan o conduzcan a interpretación sesgada, pues aceptar su equivocación y objetivo maquiavélico no es conducente.
Si se fuera más allá, lo que se denominaría una teoría conspirativa, las semejanzas entre el avión siniestrado y el correspondiente al presidente Vladimir Putin, tanto en su imagen externa como en el cruce exacto en la misma dirección con dicha máquina, llevan a pensar en un intento de asesinato mayor no descartable cuando se trata con individuos sin ética ni sentimiento humano.
Lo cierto es que desde la lógica racional, soportada en una cosmovisión geopolítica, el protagonista o autor intelectual queda bajo sospecha, pues la argumentación es irrebatible: quien posee objetivamente los instrumentos para derribar un avión es únicamente el que puede hacerlo. Lo otro sería confiar en un destino divino o en una casualidad improbable…aunque siempre posible. Lo evidente, independientemente de las interpretaciones, es lo evidente. De determinarse públicamente la culpabilidad de Kiev, seguramente será reinterpretada, es decir, silenciada. Así, no hay ninguna certeza de que ocurran cambios en la política de las potencias EAIF sobre el extermino de la población étnicamente rusa en dicho país. Cesar la guerra es lo que los códigos internacionales obligan a los dirigentes que poseen algún rasgo de humanidad, aunque en esta situación es indefinible.
Las interrogantes sobre el vuelo MH17 tendrán que ser respondidas por los sindicados: ¿Cómo se explicará que en los restos del avión se encuentre el roce de disparos tanto en un ala como en la cabina de los pilotos? ¿Sería un desertor ucraniano que robó un avión con la inteligencia que las películas de Hollywood le atribuyen? ¿Por qué no se han aportado ahora todos los datos que se poseen supuestamente por el régimen estadounidense y el de Ucrania, y se espera simplemente el dictamen de los especialistas? ¿Habrá algo oculto? ¿Se concluirá que no existen datos “concluyentes” y, por tanto, pese a las pruebas evidentes que condenan a Kiev, nada es claro? ¿Por qué no se ha hecho mundialmente conocido que representantes de los servicios secretos estadounidenses no saben quién es el responsable ni han encontrado documentación que implique a las autodefensas o a Rusia? Y lo más delicado en cuanto un atentado a la libertad de información: ¿Cómo fue posible que los medios de comunicación publicaran una acusación fundada en especulaciones y sin un documento fiable, excepto mensajes de Twitter, en el mismo momento y con tanta difusión? ( Un extraordinario informe se encuentra en la fundamentada página El espía digital. )
Ahora que ha dimitido Arseni Yatseniuk, primer ministro de Ucrania, indicando como una de las razones que no se aceptó dar una participación del 49% en el sistema de transporte de gas a empresas estadounidenses, se vuelve nítida la película real. Así, para quienes conocen el actuar de la CIA y los organismos terroristas asociados, la realidad es que el crimen fue preparado desde el régimen con el fin de acusar a Rusia, razón por la cual de inmediato ocurrido el hecho estaba organizada la guerra mediática. Lo que se sabe es que dicha planeación incluía el crimen, de tal manera que si el caza no lograba su objetivo de impulsarlo hacia la frontera rusa interna con el fin de denunciar mundialmente al agresor supuesto, un misil cercano a la frontera podría culminar ‘la tarea’. Sin embargo, las cosas fallaron pese a toda la oscuridad que se ha planteado al no responder las interrogantes científicas.
Conociendo la política comunicacional del régimen estadounidense, reiterada nuevamente por la agencia Reuters al tergiversar una entrevista al comandante del batallón Vostok, Alexánder Jodakovski, es imposible creer las noticias internacionales según las cuales el grupo terrorista Estado Islámico ‘irá’ por Barack Obama. Es simplemente para presentarlo como un combatiente por la paz, perseguido por ‘los malos’, cuando en realidad entre socios no se hacen daño. Así es la perversidad estructurada.
En esta línea, recientemente manifestó Marie Harf, la jefe adjunta del servicio de prensa del departamento de Estado de EE.UU., que las señales de daños en el ala y cabina de los pilotos no corresponderían a los misiles, por lo que, nuevamente, no podía negar ni confirmar las informaciones rusas según las cuales habría un caza ucraniano cercano al Boeing. Pese a ello, los empleados del servicio ucraniano de emergencias hallaron un ala dañada por metralla en los restos del siniestro. Esta forma de ‘informar’ es un descaro anticientífico para una potencia que se precia de tener expertos del mayor nivel, hoy en pañales en tecnología si no posee la documentación suficiente. Es preciso considerar que, después de una semana, se pueden fabricar ‘pruebas’ que no se tuvieron porque no existían y, por ello, no fueron presentadas, igual que se pretende cambiar el destino y rumbo de vuelo ahora.
En síntesis, si las investigaciones son realizadas por expertos dignos, con independencia ética, reiterando la tesis del caza Su-25 ucraniano como autor de la acción criminal, Rusia deberá exigir a todos los gobiernos implicados que emitan dicha información con suficiencia y claramente, con el fin de demostrar el modo como trabaja el espionaje y la prensa corrupta. Sin embargo, que especialistas británicos u holandeses descifren las cajas negras implica un alto riesgo dada la manipulación que puede hacerse por profesionales condicionados o financiados por élites de poder. Todo lo impensable puede suceder, incluso que se cambie el formato de la audición, pues ya se ha hecho en otras oportunidades.
Ahora cuando los servicios de inteligencia estadounidenses manifiestan que los datos que poseen no le permiten sacar ninguna conclusión sobre el autor del atentado terrorista y que, posiblemente, fue por error, se corrobora la actitud de doble moral utilizada permanentemente. Si se descubre la verdad, la hipótesis, entonces, no sólo será comprobada totalmente sino que propondrá nuevas preguntas basadas en la perversidad de los gobiernos EAIF, presumiendo que, si el caza fallaba, los misiles tierra-aire del gobierno de Kiev deberían cumplir la misión criminal completa.
Fuente: http://actualidad.rt.com/expertos/carlos-santa-maria/view/135277-boeing-pruebas-condenan-kiev-falacias
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