28 ene 2015

ATAQUES DE MARYUPOL: POR UN PERIODISMO SIN SECTARISMOS



El pasado 23 de enero, el mundo occidental quedaba conmocionado ante la trágica muerte de cerca de 30 personas en Maryupol, supuestamente por bombardeos procedentes de las brigadas de Novorossia en su intento por tomar esta ciudad.

Parece que incluso algunos medios rusos, como es el caso de este artículo de Sputnik, reconocen la autoría de los milicianos rebeldes, ya que allí se afirma que:

"Según el experto militar ucraniano Konstantín Mashovets, el bombardeo de un barrio residencial podría ser resultado de un error de las milicias que anunciaron un día antes una ofensiva hacia Mariúpol aunque más tarde el jefe de la RPD, Alexandr Zajárchenko, afirmó que no tiene la intención de asaltar la ciudad.

También el experto militar ruso Víctor Murajovski afirma que los milicianos pueden ser los responsables del ataque que, en su opinión, estuvo dirigido contra las posiciones de los soldados ucranianos pero no las alcanzó."

Siguiendo el ejemplo de la OTAN, que en seguida condenó estos ataques calificándolos de "injustificables e inaceptables", los medios occidentales no han dudado en poner este asunto en primera plana, enfatizando el carácter salvaje de estos ataques. Antena 3, por ejemplo, lo calificó de "brutal ataque contra un barrio residencial de la ciudad", La Nueva España: "Entre los fallecidos en el brutal ataque están una niña de 15 años" . En casi todos los medios, esta noticia era la más destacada en lo que a información internacional se refiere, véase este amplio artículo de El País

También en la televisión, TVE le dedicó un buen minutaje a estos hechos


Ahora yo quiero exponer mi personal punto de vista. Estoy plenamente de acuerdo en la extraordinaria sensibilidad que muestran nuestros medios ante los muertos y heridos de el ataque contra los civiles de Maryupol, una acción absolutamente injustificable. Incluso puedo aceptar que estos medios coincidan casi unánimemente en señalar que los "rebeldes prorrusos" son los responsables, ya que su líder había anunciado una inmenente ofensiva para tomar esta ciudad apenas unas horas antes. Pero lo que ni acepto ni nunca aceptaré, es que esa sensibilidad sólo la muestren cuando les conviene.

En lo que llevamos de conflicto, las milicias de Novorossia han lanzado ofensivas y sitiado ciudades en contadísimas ocasiones. Durante el 90 % de este tiempo, las milicias han estado a la defensiva, resisitiendo día tras día las acometidas del ejército ucraniano. Kiev ha utilizado  la artillería pesada, la aviación e incluso el fósforo blanco en sus asedios a Slaviansk, Gorlóvka, Dónetsk y otras ciudades. Slaviansk resisitió el bombardeo intensivo del ejército durante casi cuatro meses. Dónetsk lleva sufriendo ataques desde hace más de seis meses, bombardeos que ni siquiera se detuvieron durante la llamada tregua... ¿Y ahora quieren hacernos creer que las más de 5000 víctimas de civiles que hasta el momento se ha cobrado el conflicto han sido todas obra de Novorossia?

Para mostrar mejor este planteamineto, he decidido tirar de hemeroteca.























































Estos son sólo algunos ejemplos que fueron publicados en mi blog. Pero por encima de todo, quisiera destacar un artículo que publiqué el pasado mes de julio, especialmente dedicado al tratamiento que daban nuestros estupendos e imparciales periodistas a las atrocidades cometidas por el ejército de Ucrania en su "Operación Antiterrorista". Recomiendo su lectura porque lo que se expone en él, un texto redactado desde la desesperación, no es sino la tónica general de lo que se podía ver día tras día en la televisión: o bien ni siquera hablaban del tema (lo cual era muy frecuente) o cuando lo hacían, lo "despachaban" en apenas minuto y medio, utilizando frases ambiguas, como que "ambos bandos se culpan mutuamente de las muertes"... Cuando todo el mundo sabía quiénes eran los únicos culpables.

Por eso, cuando ahora escucho a los medios rasgarse las vestiduras por las muertes de Maryupol, mi reacción es decirles lo siguiente: Los muertos no se anulan unos a otros, sino que se suman. Esa misma sensibidad que ahora exhiben debe mostrarse SIEMPRE, sin importar quién es el responsable de las muertes, y buscando un máximo de objetividad. Pero me parece que esto es mucho pedir a unos profesionales que ya se han acostumbrado al sectarismo, a los dobles raseros y a patrocinar la opinión que más interesa a quien les paga y subvenciona.




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