Artículo de Alexander Donetsky para Strategic Culture
Ha pasado un año y medio desde los ya
conocidos y dramáticos hechos ocurridos en Ucrania. Tras llegar al
poder, el régimen comenzó a practicar el uso de un nuevo y ficticio
lenguaje en el que términos engañosos son utilizados para mentir a la
población. El jaleo comenzó antes de la firma del acuerdo de asociación
con la Unión Europea. De hecho, ese documento convierte a Ucrania en un
Estado colonial. El nuevo régimen ha sido lo suficientemente servil para
ceder a la presión y convertir al país en una colonia de la Unión
Europea. Ucrania afirmó que daba ese paso para cumplir “las aspiraciones
del pueblo ucraniano de unirse a la Unión Europea”. Entonces, el nuevo
Gobierno comenzó a hablar de la “lucha contra el tirano Yanukovich”.
Pero el expresidente Yanukovich no dio orden de utilizar la fuerza
contra los militantes neo-nazis cuando abrieron fuego contra las fuerzas
de seguridad o cuando lanzaron ataques con fuego y organizaron
pogromos…
“Francotiradores desconocidos” bajo el
control del entonces comandante del Maidan Andriy Parubiy [una
fotografía de Parubiy junto a los posibles francotiradores abandonando
un hotel en el centro de Kiev es la base de esta teoría. La realidad es
que, sin una verdadera investigación sobre los hechos ocurridos en
Maidan esos días, no hay certeza alguna sobre quién disparó a
manifestantes y policías-Ed], antiguo secretario del Consejo de Defensa y
Seguridad Nacional de Ucrania, perpetraron un asesinato masivo,
acabando con manifestantes y policías en el mismo centro de Kiev. Las
armas fueron transportadas por Sergey Pashinsky, un diputado que
representaba al bloque de Yulia Timoshenko. Se hizo pasar el acto como
“un crimen cometido por el sangriento régimen de Yanukovich”.
Un golpe de Estado llevado a cabo por
militantes del grupo neo-nazi Pravy Sector siguió a esos hechos,
infringiendo las garantías aportadas por tres potencias europeas y la
constitución del país. Se justificó entonces alegando que el presidente
“no era capaz de cumplir con sus funciones”.
El golpe de Estado perpetrado por
neo-nazis en Kiev y el asesinato de activistas Anti-Maidan en la zona de
Korsun, cuando regresaban a casa desde la capital, dio un impulso a la
resistencia en Crimea y en Donbass. Las propuestas de otorgar un estatus
especial a la lengua rusa en algunas regiones y crear una Ucrania
federal en lugar de un Estado unitario fueron percibidas por las nuevas
autoridades como muestras de separatismo.
Fue entonces cuando se anunció que el tren de la amistad estaba
a punto de salir hacia Simferópol, capital y ciudad más grande de
Crimea, con militantes armados del Pravy Sector, para acabar con las
protestas en la península. El movimiento ultraderechista y nacionalista
del Pravy Sector apareció en noviembre de 2013 como una confederación
paramilitar en las protestas de Euromaidan en Kiev, donde sus militantes
lucharon contra los antidisturbios. Los referendos celebrados, primero
en Crimea y después en Donetsk y Lugansk, fueron calificados como
“votaciones ilegales a punta de pistolas rusas”.
Los militantes neonazis adquirieron
experiencia en cuando a matar y a incendiar. Fueron enviados a Donbass
para utilizar allí sus recientemente adquiridas habilidades. Se llamó a
eso operación antiterrorista. Manifestantes antigubernamentales
fueron apaleados con palos, disparados y quemados vivos dentro de la
Casa de los Sindicatos en Odessa. El Gobierno ucraniano afirmó que se
habían quemado ellos mismos accidentalmente. Quienes participaron en las
protestas del 2 de mayo de 2014 y consiguieron sobrevivir siguen entre
rejas [otros muchos han tenido que huir al exilio y algunos de los
detenidos fueron entregados a las milicias como prisioneros de
guerra-Ed].
La cima de esta política dirigida a
acostumbrar a la población a usar ese nuevo lenguaje fue la introducción
de una censura que el Gobierno llamó “una moratoria en la crítica al
nuevo Gobierno”. Se llamó “acabar con el pasado totalitario” al
enaltecimiento del fascismo.
El nacionalismo integral de Ucrania se ha
convertido en la base ideológica del régimen Poroshenko-Yatseniuk. Este
nacionalismo se gestó en los años 20 y 30 del siglo XX como una mezcla
entre el fascismo italiano y el nazismo alemán. La OUN (Organización de
Ucranianos Nacionalistas) emergió como la unión de las organizaciones
militares y fascistas Unión para la Liberación de Ucrania y la Liga de
Ucranianos Nacionalistas. Todo el liderazgo de la OUN, incluyendo Yevhen
Konovalets (agente Consul), Andrei Melnyk (Consul-2) y Stepan Bandera
(Gris) fueron agentes de la inteligencia nazi.
Después de la guerra, los prisioneros
alemanes que trabajaron para la Abwehr testificaron que cada uno de los
líderes había transferido dos millones de marcos a cuentas suizas. La
OUN formó los batallones Nachtigall y Roland dentro de la estructura de
la unidad de operaciones especiales nazi Lehrregiment Brandenburg z.b.V.
800. Según Yad Vashem, con base en Jerusalén y reconocido centro de
documentación, investigación, educación y memoria del Holocausto, en
julio de 1941, Nachtigall participó en las operaciones dirigidas a
exterminar a la población judía y polaca en Lviv. Los Kurins (las
unidades más grandes de UPA, kurins, tenían entre 500-700 soldados,
equivalente a un batallón en un ejército regular) dispararon a judíos en
Ucrania occidental. Los nacionalistas de los kurins de Bukovina
fusilaron a los judíos en Babi Yar en invierno de 1941. Entonces esos
Kurins se unieron a los batallones de policía auxiliar, Schutzmannschaft
formados por partisanos de Ucrania, Bielorrusia, Polonia, Eslovaquia,
Yugoslavia y Francia.
A principios de 1943, muchos miembros de
los grupos liderados por Melnyk y Bandera se unieron a la división
Galicia de la Waffen SS. Al mismo tiempo, OUN (la facción de Bandera)
comenzó a formar el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), dirigido por
Roman-Taras Shukhevych, comandante del batallón especial Nachtigall de
la Abwehr. Galicia y UPA participaron en asesinatos masivos de población
judía en la parte occidental de Ucrania, por ejemplo en la matanza de
Volinia. Según la organización polaca SUOZUN (Sociedad Polaca para el
Recuerdo de las Víctimas de los Crímenes Cometidos por los Nacionalistas
Ucranianos), UPA y Galicia son responsables de la muerte de alrededor
de 200.000 polacos.
En abril de 2015, el parlamento ucraniano
aprobó una ley que declara luchadores contra el totalitarismo a
aquellos que formaron parte de las formaciones y organizaciones
ucranianas de los años 1920 a 1940 o de las organizaciones que abrazaron
la ideología del nacionalismo integral (incluyendo OUN, UPA y la
división Galicia). Se denomina a los colaboradores de Hitler en Ucrania
una “tercera fuerza” que luchó contra la Unión Soviética, la Alemania
Nazi y fue miembro de la coalición anti-Hitler.
Todo es mentira. Los archivos militares
alemanes no aportan evidencias para confirmar que UPA luchara contra
Alemania. El instituto de estudio militar de Múnich ha afirmado
formalmente que no posee material alguno para corroborar que ningún
grupo clandestino de UPA causara daño alguno a la Wermacht. Al mismo
tiempo, hay archivos documentales que confirman que UPA cooperó de cerca
con Alemania.
Los fascistas suministraron al Ejército
Insurgente Ucraniano (UPA) ametralladoras, rifles y munición a cambio de
información de inteligencia sobre el Ejército Rojo y soldados
soviéticos hechos prisioneros. Lucharon contra las guerrillas soviéticas
y contra el ejército Krayova (principal fuerza de resistencia polaca
durante la guerra en la Polonia ocupada). El grupo liderado por Melnikov
dependía completamente del apoyo de la Alemania de Hitler en su lucha
contra la Unión Soviética.
Sus líderes soñaban con convertirse en
los futuros líderes de una Ucrania que fuera parte del Tercer Reich. Los
banderistas querían construir un Estado que se convertiría en un
satélite de la Alemania fascista. La Organización de Ucranianos
Nacionalistas (OUN), bajo liderazgo de Stepan Bandera, proclamó la
independencia ucraniana el 30 de junio de 1941 en Lviv. Leyó la
declaración Yaroslav Stetsko, mano derecha del líder de OUN. El
documento proclamaba:
“El Estado ucraniano trabajará en
estrecha colaboración con la Gran Alemania Nacional-Socialista que, bajo
el liderazgo de su líder Adolf Hitler, está estableciendo un nuevo
orden en Europa y el mundo y está ayudando al pueblo de Ucrania a
liberarse de la ocupación Moscovita. El Ejército Revolucionario
Nacional Ucraniano, que se formará en las tierras de Ucrania, seguirá
luchando con el Ejército Alemán contra la ocupación de Moscú, por un
Estado soberano y unido y un nuevo orden en el mundo entero”.
Las nuevas leyes ucranianas adoptadas por
el parlamento en abril de 2015 crean una línea directa entre la
ideología de los títeres de Hitler en Ucrania y la política de quienes
han tomado recientemente el poder y se han definido a sí mismos como
luchadores contra la ocupación de Moscú.
Hoy Ucrania es un estado fallido. El
régimen de Kiev continuará engañando a Europa sobre las perspectivas de
integración europea mientras Europea quiera ser engañada.
Fuente: http://slavyangrad.es/2015/05/22/ucrania-engana-a-europa/
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