7 ene 2015

LA UCRANIA NAZI SE NIEGA A MORIR

                                             


"Un país dividido en dos que Josif Stalin trato de juntar tras la II Guerra Mundial, haciéndole un flaco favor a la extinta URSS y a la Europa central, pues odios, rencores y agravios milenarios, siguen tan vivos como antes."

Por Rilzar Kabriansky



VARSOVIA --- Ucrania se ha convertido en uno de los países más inestables de Europa en el siglo XXI, lo que no es ninguna novedad porque se trata de una región donde han  luchado, por siglos sus hijos entre sí, además con los rusos, polacos, lituanos, alemanes, húngaros y austríacos, codiciosos de sus grandes campos de trigo y girasoles.

El jefe soviético Josif Stalin le hizo un flaco favor a la desaparecida URSS, cuando reunió a todos los territorios ucranianos históricos en un  solo país al terminar la segunda guerra mundial. Ni siquiera la vecina Moldavia, otra nación siempre en duda, se salva y hoy vive acechada por el separatismo.

Lo peor de todo, es que Ucrania es uno de los países donde el nazismo aún vive, especialmente en la parte occidental de su territorio, en lo que fue la Galitzia del Imperio Austro-Húngaro. En el pasado verano europeo, ucranianos vestidos con uniforme de las crueles y fanáticas tropas nazis alemanas, las Waffen SS, se arrastraron a través de viejas trincheras, disparando sus antiguos fusiles en la reconstrucción de una sangrienta batalla de las tropas germanas contra los soviéticos, ocurrida durante la Segunda Guerra Mundial.

Un sacerdote ortodoxo celebró una ceremonia para los soldados caídos de la unidad SS, en su mayoría bandoleros que cometieron los peores crímenes especialmente como guardias en los campos de concentración hitlerianos. El pope, imperturbable, bendijo a los hombres que portaban la esvástica mientras hacían descender un ataúd a una tumba especial, en un entierro ritual.

Las escenas fueron parte de las conmemoraciones de grupos ultra nacionalistas ucranianos, ultraderechistas de línea dura, vitoreados como héroes por algunos cientos de viejos y mujeres.

Los hombres homenajeados tuvieron parientes en la División SS Galizia, (14th Waffen Grenadier Division der SS Galizien), era su nombre en alemán, una unidad militar formada por ucranianos, que luchó contra la Unión Soviética , la guerrilla polaca y otras fuerzas, durante la Segunda Guerra Mundial.

Más de 20 años después de ganar la independencia, Ucrania permanece dolorosamente dividida por este legado histórico. El oriente que se siente eslavo y cercano a Rusia y el occidente que pretenden ser europeo y pro germano.
Según uno que otro decrepito fascista, "Ucrania está en nuestras almas y nuestros corazones". Asi justifica el haber luchado por Adolfo Hitler, Mykhailo Yamulyk, veterano de la División SS Galizia, un hombre con más de 80 años de edad.

Luego desafía; "Algunos nos critican porque vestíamos uniforme alemán — Sí, lo vestimos y nuestras armas eran alemanas, pero nuestros corazones estaban llenos de sangre ucraniana y nunca los traicionamos."

Uno de compañeros veteranos de las SS Galizia de Yamulyk es Michael Karkoc, un criminal de guerra refugiado en Minnesota que comandó una unidad punitiva alemana y que se encuentra investigado, acusado de múltiples atrocidades contra la población civil rusa, ucraniana y polaca que resistía a los hitlerianos.

Las conmemoraciones anuales de la División SS Galizia da una idea de la reacción de respaldo causada en lugares de Ucrania por las acusaciones contra Karkoc, en contraste con el casi universal rechazo que provocaron en Polonia, Alemania y en los propios Estados Unidos. Esas fotos y películas que la propaganda anticomunista muestra cada vez que puede en que se ve a mujeres supuestamente rusas entregando flores a las tropas nazis invasoras se tomaron en 1941 precisamente en la región ucraniana occidental.

Cada año, en todo el país, se celebran mítines que compiten entre sí conmemorando la Segunda Guerra Mundial, a veces terminando en peleas. Gran parte de los ruso-hablantes del este del país, celebran la victoria del Ejército Rojo sobre los invasores alemanes, mientras que en el oeste de habla ucraniana, donde lucharon la mayoría de los fascistas antisoviéticos, han sido erigidos monumentos y calles han sido nombradas en su honor. Los veteranos reciben beneficios del gobierno, no importa de qué lado lucharon durante la guerra.

Los políticos están también profundamente divididos sobre el tema. El ex presidente Viktor Yushchenko, quien orientó a Ucrania hacia occidente después de encabezar la llamada revolución naranja del 2004, hizo campaña para que los nacionalistas fueran honrados como héroes, aunque los historiadores occidentales dicen que muchas de sus unidades se dedicaron a masacrar civiles, incluidos judíos y polacos. Y el partido nacionalista extremista Svoboda — una fuerza política en el Parlamento, cuyos dirigentes no se privan de hacer discursos antisemitas y racistas — glorifica a esos dudosos combatientes.

Uno de estos individuos, el antisemita y antieslavo Stepan Bandera, un nazi probado, se intentó que se le rehabilitara pero su caso se frustró por los reclamos desde muchos países.

El Partido de las Regiones, del actual presidente Viktor Yanukovych, quien es un pan-eslavo, ha hecho campaña en contra de tratar a esos criminales de guerra como héroes. Pero el partido ha explotado la causa antifascista sacando ventaja en su favor. En mayo, organizó una gran concentración en Kiev para protestar contra el fascismo y pidiendo tolerancia, pero después de terminado el evento, activistas pro gubernamentales se enfrentaron a los manifestantes de la oposición y golpearon a dos periodistas que trataban de grabar la trifulca.

La verdad es que Ucrania post-soviética ha fallado en investigar, enjuiciar o llevar a juicio a un solo criminal de guerra, y quien lo dice es Efraim Zuroff, el cazador judío de nazis del Centro Simon Wiesenthal.

"Los esfuerzos de Ucrania o la falta de esfuerzos para investigar y enjuiciar a los criminales de guerra nazis se evalúa como un fracaso total; No han hecho nada”, dijo Zuroff. "Llevar a estas personas a la justicia sería políticamente muy impopular en ese país de Europa".

Este nacionalismo tiene sus raíces en la dominación de siglos del imperio zarista, del imperio austro-húngaro y de Polonia.

El sometimiento a Varsovia hace siglos, yace en lo más recóndito del resentimiento histórico de Ucrania contra los polacos. Cuando la Ucrania soviética fue invadida por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, la organización de nacionalistas ucranianos cooperó con las fuerzas nazis, especialmente por parte de los terratenientes que habían visto colectivizadas sus tierras.

Cuando sus cabecillas se dieron cuenta que los alemanes no tenían planes para una Ucrania independiente, el grupo que ahora alega que lucho tanto contra Stalin como Hitler, no reaccionaron. Las unidades militares ucranianas, tales como la División SS Galizia o la Legión de Autodefensa Ucraniana, permanecieron leales a Berlín.

Yevhen Kutsik, de 86 años, era un muchacho de 16 años de edad cuando tomó las armas y se unió a la División SS Galizia después de ver "montañas de cadáveres de hombres inocentes torturados, incluso mujeres y niños" dejados según él por los soviéticos.  Kutsik, vestido con el uniforme azul oscuro y gorra de los veteranos de la división al servicio de Hitler, dijo: "Luché por mi patria, por mi gente, por mi país", pero no tuvo explicación para las horribles matanzas de los nazis en la región. Después de la guerra, Kutsik pasó 12 años en un campo de trabajo soviético, en castigo por sus actividades nazis.

En abril, se celebró un gran mitin conmemorando a la División Galizia de las Waffen SS en Lviv. Hombres y mujeres vestidos a la usanza tradicional ucraniana con camisas bordadas marcharon en el centro de la ciudad, ondeando banderas azules y amarillas de la unidad de las SS, pero también hubo un claro contingente neo-nazi mezclado en la marcha. Algunos manifestantes llevaban gorras de las Waffen SS o uniformes que parecen inspirados en la Wehrmacht alemana, mientras que otros hicieron saludos nazis con el brazo en alto. Una banda de cabezas rapadas neonazis de Rusia, marcharon junto a los nacionalistas ucranianos, vistiendo camisetas estampadas con el SS Totenkopf, la unidad de SS de las calaveras, la más criminal y genocida de todas.

En otra reciente conmemoración en la aldea de Yaseniv fuera de Lviv, un hombre joven con el símbolo de la División SS Galizia, un león tatuado en su pierna, vestía una camiseta blasonada con el lema de los neonazis: "Orgullo blanco en todo el mundo".

Las matanzas de judíos representan "una mancha grande e imborrable en los registros del movimiento nacional ucraniano", explicó Juan Pablo Himka, un historiador de la Universidad de Alberta en Canadá, que estudia el Holocausto en Ucrania.

Nacido en la región de Lutsk, que es ahora parte de Ucrania occidental, el genocida Karkoc emigró a Estados Unidos poco después de la guerra tras mentirle a las autoridades estadounidenses sobre su papel en la Legión de Autodefensa Ucraniana, por el que es acusado de quemar aldeas enteras con sus casas llenas de mujeres y niños. Hay evidencias que Karkoc estaba en la escena de las masacres, aunque no hay registros que ordenara este horrendo proceder en castigo por el apoyo brindado a los guerrilleros soviéticos de la época.

Vadim Kolesnichenko, un legislador del partido gobernante, pidió a la Fiscalía solicitar la extradición de Karkoc de los Estados Unidos y enjuiciarlo en Ucrania. "Los crímenes nazis contra la humanidad no tienen ninguna fecha de caducidad", dijo Kolesnichenko.

Pero hay muchos hechos que exponen la verdad en estos casos. Por ejemplo, muy estricto fue el alistamiento de los cuadros superiores de la división SS ucraniana. En primer lugar había 600 oficiales, que de acuerdo a los reclutadores, todos nazis de la SS,  provenían 300 del antiguo Ejército del Imperio Austro-Húngaro; 100 del antiguo Ejército Polaco; 100 del antiguo Ejército de la Ucrania Independiente de la Guerra Civil Rusa de 1918-1920; y 100 más de otros ejércitos, expulsados por razones políticas.

Entre los 2.000 suboficiales fue obligatorio que hubieran pertenecido al Ejército Austro-Húngaro o al Ejército Polaco antisoviético de las primeras décadas. Las condiciones finales que acordaron los alemanes y ucranianos para los soldados que debían venir voluntarios fueron las siguientes: germanos y ucranianos tendrían los mismos derechos; todos los voluntarios debían ser de religión católica griega; lucharían en el frente y no en retaguardia; pelearían contra los soviéticos en el Frente Oriental y no contra Estados Unidos o Gran Bretaña en el Frente Occidental; podrían mostrar enseñas y banderas nacionales; se organizarían actividades culturales propias de la tradición ucraniana; y los familiares de los soldados tendrían asistencia y prestaciones sociales. Todos estos cuadros levantaron la 14ª División SS Ucraniana”Galitzia” (14. Freiwilligen Division der SS Galizien).

Para enrolar a más gente se liberó a innumerables presos ucranianos de campos de concentración alemanes, así como los numerosos mítines que se celebraron de jefes de la derecha y del anarquismo en la Guerra Civil Rusa como Mikaylo Omelianovych-Pavlenko. Pero no hicieron falta más facilidades, porque el éxito en el reclutamiento superó cualquier expectativa, ya que se ingresaron 82.000 solicitudes, el triple de lo previsto. Como los centros de alistamiento quedaron saturados se debió desechar fichas, llegando a ser admitidos 29.124 de los voluntarios.

Estos soldados quedaron integrados en los 29º, 30º y 31º SS Regimientos de Granaderos; el 14º Regimiento SS de Artillería; los 14th Batallones Ciclistas, Cazacarros, Ingenieros, Intendencia y Fusileros; y las 14ª Compañías de Artillería Antiaéreas y Reconocimiento. Se formaron también los 4º, 5º, 6º y 7º Regimientos SS Galitzianos de Policía.


Fuente: http://www.clarinet.cl/nuevo/index.php/mundo/resto/99-ucrania-nazi