16 mar 2015

Un año de la anexión de Crimea a Rusia

A pesar de la manipulación de prensa los habitantes llevan 1 año de paz y tranquilidad tras el referéndum donde un 96% de la población



Crimea: guía para principiantes





  Un periodista estadounidense, reacio a creer lo que le cuenta su Gobierno sobre el caso de Crimea, se aventura a descubrir lo que realmente pasa preguntando y hablando con sus residentes en un recorrido por la región. Vea las sorpresas que se lleva nuestro héroe en el documental: ‘Crimea: guía para principiantes’.

La diáspora ucraniana en España y la guerra (I)

Fuente original: http://slavyangrad.es/2015/03/16/la-diaspora-ucraniana-en-espana-y-la-guerra-i/

Las carencias del Estado ucraniano para hacer frente a sus actividades ha contribuido al impulso de la solidaridad del movimiento nacionalista ucraniano para tratar de cubrir, desde la esfera privada, las necesidades no cubiertas por ese Estado. En lugar que orientarse a cubrir las carencias de la sociedad ucraniana, que sufre las consecuencias de una dura crisis económica con el aumento de precios de bienes y servicios básicos, la diáspora ucraniana se ha centrado principalmente en cubrir las necesidades del Ejército o de los batallones punitivos.
En algunos casos, el apoyo incide directamente en material relacionado con lo que hoy se llama ayuda militar no letal, desde la asistencia más básica, como mantas o botas, hasta material más propiamente militar, incluso drones de reconocimiento. La asociación voluntaria Army SOS, dirigida y financiada por canadienses de origen ucraniano es el ejemplo más importante. En otros casos se incide más específicamente en la aportación de armamento, generalmente ligero.
En el caso de la diáspora  ucraniana en España, no consta que este movimiento popular se haya orientado de manera preferente a facilitar material militar al ejército y los batallones punitivos. Pero sí resulta evidente que se ha especializado cada vez más en aportar material necesario para su funcionamiento normalizado o, dicho de otra manera, para seguir haciendo posible la guerra.
En gentedigital.es, Liliana Pellicer abordaba el pasado 6 de marzo el papel de la diáspora ucraniana en España (Ucrania, a un latido), señalando que asociaciones ucranianas en España “recogen aportaciones individuales, ya sean económicas o materiales, y las envían cada semana a su país, principalmente al Ejército”. El Estado no podría mantener la guerra por sí solo, sin ese apoyo ciudadano.
Ivan Vovk, presidente de la asociación Volya de Madrid y principal interlocutor de Pellicer, estima que alrededor de la mitad de la comunidad ucraniana en España colabora de alguna manera en un movimiento a través del que “se manda ropa y alimentos para la población y el ejército; y prendas militares, botas, cascos y medicamentos, directamente al frente”.
Con este tipo de actuación y en nombre del nacionalismo, la diáspora ucraniana ha acabado convirtiéndose en una parte más de la movilización orientada a derrotar por la vía militar a la parte del pueblo de Ucrania que no ha compartido el golpe de Maidan.

Ambulancias españolas para el ejército de Ucrania

El último proyecto de la diáspora ucraniana en España ha consistido en el envío al frente del Donbass de cuatro ambulancias medicalizadas, Volkswagen LT35 de segunda mano, por valor de 3.500 euros cada una. Es quizás el ejemplo más desarrollado de colaboración de las distintas comunidades ucranianas presentes en España y de su evidente capacidad organizativa.
La idea del envío surge a mediados de febrero de una de las comunidades ucranianas más activas en España, la denominada Хто як не ми de Alicante (¿Quién si no nosotros?). Después de detectar una oferta de cuatro ambulancias a precios muy competitivos, la comunidad alicantina adquiere una y propone al resto de la diáspora ucraniana en España recaudar dinero para comprar las otras tres. En apenas 15 días, con la colaboración de la comunidad ucraniana en Pavia (Italia), el colectivo consigue recaudar los 20.000 euros necesarios para la compra y el envío material de las ambulancias.
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Madrid y Valencia
Recogidas el día 28 en Zamora, las cuatro ambulancias se dirigen a distintos puntos dentro de España. Una de ellas viaja a Tarragona, antes de dirigirse hacia Pavia. Las otras tres se dirigen a Valencia, vía Villarobledo, Alicante (punto central de recogida) y Denia; Madrid y Valencia (también vía Madrid). La lógica de este aparentemente inútil desvío es cargar en el camino el material que los voluntarios recogen en los distintos puntos por los que pasan los vehículos. Las ambulancias se convierten así igualmente en furgonetas de transporte de ayuda para el frente. En consonancia con la dimensión nacional-religiosa del movimiento, en los distintos puntos el acto de carga del material termina con una concentración y la bendición de los vehículos.
Las cuatro ambulancias llegan a la frontera de Ucrania en torno al 3 de marzo pero sólo se consuma el cruce de la frontera entre Polonia y Ucrania, vía el paso de Shehyni, algunos días después.
¿Misterioso cambio de matrículas en la frontera de Polonia con Ucrania?
El día 7 de marzo, las ambulancias llegan a Lviv. La crónica en la página de Facebook de la Asociación Volya termina con estas palabras de celebración: ¡Todo para el Frente! Todo para la Victoria!
Las cuatro ambulancias medicalizadas españolas el día 7 de marzo en Lviv
En la organización del envío de las ambulancias a Ucrania, la diáspora cuenta con el apoyo de la Embajada de Ucrania en España. En el artículo de Pellicer, Oleksandr Prokopiuk, primer Secretario de esa embajada, define así la iniciativa: “Quieren ayudar a su país, que está sufriendo por la agresión de Rusia y sus colaboradores“.
¿A qué autoridades destina el Embajador de Ucrania una carta de protección en inglés?
El propio embajador Pohoreltsev firma una carta, publicada en una página de Facebook de la diáspora, en la que se señala que un ciudadano de Ucrania, voluntario del Comité para la Asistencia al Ejército y miembro de Svoboda, según nota posterior de ese partido, escoltará la ayuda recogida por la comunidad ucraniana de Madrid. El escrito solicita en inglés la asistencia y protección a esa persona por parte de todas las autoridades competentes.
No se trata de una muestra de apoyo ocasional. Según una nota de Svoboda del 26 de octubre de 2014, se aprovechan las elecciones presidenciales para la recaudación de fondos, por parte de la comisión electoral de Madrid, situada en la Embajada de Ucrania, para ayudar a los militares ucranianos. Se recaudan algo más de 4.000 euros que, según la nota, “se utilizarán para la compra de munición y de ropa de abrigo” para los defensores de Ucrania.
El envío cuenta también con el compromiso activo de las distintas iglesias ucranianas en España, un apoyo que no se limita a la bendición de la actividad. Una de las parroquias aporta directamente fondos para la compra de las ambulancias.

El protagonismo de Svoboda y la reacción de otros grupos del nacionalismo ucraniano en España

En Lviv, las ambulancias son recibidas por la Administración Regional de la zona y por miembros de Sbovoda, partido al que pertence Ivan Vovk.En una nota en ucraniano publicada en su web, Svoboda señala que, con la asistencia del Comité de Apoyo al Ejército de Ucrania en España, las ambulancias salen de Lviv el día 7 de marzo. Joseph Sytnik, líder de Svoboda en el Consejo Regional de Lviv, y Rostislav Zamlynsky, vicepresidente de la Administración, se encargan de presentar ante la prensa el destino de las ambulancias. Según la nota de Svoboda, desde agosto-septiembre de 2014, el Comité de Apoyo al Ejército de Ucrania, controlado en gran medida por Ivan Vovk y sus svobodivets en España, desarrolla activamente actuaciones voluntarias y “casi cada semana envía suministros médicos, alimentos, munición a los defensores de Ucrania de las hordas de Moscú”.
En un artículo para El Mundo, firmado por Nuria Bravo el 21 de febrero, Cuatro Caminos, epicentro de la recogida de ayuda a Ucrania, ésta señala que “se ayuda de forma directa al ejército. Su presidente, Iván Vovk, tiene claro que «Rusia nunca respetará la tregua»”. En el artículo de Pellicer, ésta comenta que un 5% de las ayudas a Ucrania proceden de españoles. “Los uniformes los encontramos gracias a la colaboración de militares españoles retirados“, señala Vovk.
El protagonismo de Svoboda provocará pronto una ruptura con una parte de la comunidad ucraniana en España, molesta con ese partido y con Ivan Vovk. Aunque, en su artículo del día 6, Pellicer señala que únicamente la ambulancia de Madrid sale “gracias al trabajo de Volya, la Asociación Ucrania Joven, de la capital; la Asociación Ucranianos de Alcalá; y la Asociación por el Futuro de Ucrania, de Móstoles, que unidas forman el Comité de Ayuda al Ejército de Ucrania”, el protagonismo de Vovk no parece por completo del gusto de toda la diáspora ucraniana.
En un comentario anexo al artículo, los responsables de la web Con Ucrania ya muestran el día 6 la necesidad de matizar que el proyecto de adquisición y envío de las ambulancias es más amplio, señalando además que la iniciativa parte de ucranianos de Alicante. Comenta igualmente que “la diáspora ucraniana de Alicante, Valencia, Tarragona, Madrid, Pavia (Italia) y otras ciudades han reunido los costes necesarios para su adquisición y envío a Ucrania. Esto fue posible por la unión de todos los ucranianos independientemente de su ideología política o pertenencia a asociaciones concretas”.
El día 7, Volya reconoce en su página de Facebook la iniciativa del grupo de Alicante. Por otra parte, otra nota en la red de medios vinculados a Svoboda ofrece una información algo más matizada sobre la iniciativa. Aunque se señala como eje central de la organización al Comité de Madrid, se menciona la participación en el proyecto de ucranianos residentes en Villarobledo, Cuenca, Tarazona de la Mancha, Albacete y Bilbao así como al grupo de voluntarios de Alicante.
Pero no es suficiente para prevenir el conflicto. El día 12 de marzo, la web de Con Ucrania publica un documento, Declaracion conjunta de ucranianos de EspañaEl documento refleja la indignación con lo que definen el intento por parte de Volya y Vovk por apropiarse del mérito por el envío de las cuatro ambulancias. La declaración afirma “que lamentablemente no todas las organizaciones ucranianas, actúan con honor en sus relaciones con los colegas en nuestra causa común de ayudar a Ucrania”. La nota critica que no se mencionara quién recaudó los fondos y que, “en aquellas declaraciones dónde se indicaba parcialmente el origen de los recursos, se realizó de manera sesgada y unilateral”. Y precisa también quiénes asumieron los costes para la adquisición de las ambulancias:
“La comunidad de ucranianos y ciudadanos determinados de estas ciudades y provincias:
Italia: ciudad de Pavia
Comunidad de Madrid: Madrid (y alrededores)
País Vasco: Bilbao, Donostia – San Sebastián
Provincia de Alicante: Alicante (y alrededores), Denia
Provincia de Valencia: Guadassuar, Xátiva, Sagunto, Puerto de Sagunto, Alberic, Valencia (y alrededores)
Castilla La Mancha: Villarrobledo, Cuenca, Tarazona de La Mancha, Albacete
Provincia de Cataluña: Tarragona (y alrededores)”.
El documento certifica una ruptura interna dentro de la diáspora. Como resultado de las actuaciones señaladas, los redactores del documento señalan que en el futuro no cooperarán “con aquellos que luchan por llevarse todos los méritos y no realizar un trabajo conjunto” que resulta “tan necesario” para Ucrania.
El documento no critica el objetivo de la ayuda, o su traslado a ciertos batallones, sino el intento de apropiarse de todos los méritos por parte de Volya, el afán de protagonismo de algunos políticos de Lviv e incluso el hecho de que se solicitara “bendecir por segunda vez estos vehículos, que partieron de España e Italia ya bendecidos por los sacerdotes locales”. Como debe ser, el comunicado concluye con el grito común al nacionalismo hoy identificado con el régimen de Kiev: Слава Україні! Gloria a Ucrania, esa coletilla con la que el presidente Poroshenko termina discursos, tweets o comunicados de prensa.