8 oct 2014
EL ENEMIGO DE PUTIN SOBRE EL FASCISMO EN UCRANIA
Después de un viaje de 9 días a Ucrania, Alexey Sajnín, un oposicionista ruso, compartió sus impresiones en una carta a Alexey Gaskarov: “Sabes, Alex, es un nacismo real”. El autor comienza con el hecho de que reconoce noblemente que todos los mantras sobre la “liberalidad” del nuevo gobierno de Ucrania es una mentira. Y los medios rusos, en general, transmiten correctamente la atmósfera de lo que está sucediendo en Ucrania. Hablando de la “marcha de los liberales”, el autor no duda en acusarles de una parcialidad descarada y de una “transformación de los partidarios de la paz en los partidarios de la victoria de una de las partes”.
“Hola, mi amigo Alex. Sabes, después de recibir tu última carta, visité Ucrania. Y pasé allí 9 días. Ahora tengo un montón de experiencias en vivo, cómo funciona todo por allí. Trataré de contarlas sin mucha emoción, aunque sea difícil. Primero, parece que la propaganda de Putin, en la lucha por Ucrania, funciona a diario, uno quiere o no. Está tan desacreditada que muchos la perciben al revés. Por supuesto, eso no le impide a crear una atmósfera de histeria entre la mayoría de la gente, pero muchos activistas en Rusia, Ucrania, y en el Occidente la perciben precisamente como tú. ”Si ellos dicen una cosa, eso significa exactamente lo contrario”. Desafortunadamente, este enfoque no es correcto. Segundo, sabes, la propaganda ucraniana también impresiona mucho. Después de muchos años, cuando en el país existía un pluralismo relativo, es muy extraño observar lo que está pasando ahora. Bueno, obviamente, todos los canales, periódicos y sitios web incitan una gran histeria nacional-patriótica. Digamos que eso se debe a la guerra, los costos, etc. ¿Pero qué hacemos con los hechos? Visitamos la redacción de uno de los sitios web más moderados. Parece que lo mantienen en Kiev unos tipos de Lugansk; participan algunos ex izquierdistas. Dicen estar contra las torturas, los secuestros etc. Pero en la pared tienen una hoja grande en la que están escritos los propósitos y principios de la política editorial. El primero de ellos es “Crear un ambiente propicio para la Operación Anti-Terrorismo”, es decir, fomentar la guerra. Basándose en este principio, se eligen los hechos para publicación.
Todo lo que corresponde a este “ambiente”, se publica sin verificación. Otras cosas no se publican. Y si menciono la televisión local... NTV y LifeNews [*Canales de TV rusos – Nota del traductor] tendrían mucho que aprender. Bueno, la propaganda es una cosa militar. Ahora hablamos de la ocupación. No visité la zona de la Operación Anti-Terrorismo. No sé si allí hay tropas rusas. Estuve en la profunda retaguardia: en Kiev, Odesa, Járkov. Alex, te juro que si algo está sucediendo allí es una guerra civil. No hay ninguna intervención. Es una guerra interna. Lo más grave pasa en Odesa. Unos 7 de cada 10 representantes de la “gente normal y corriente”, es decir, los taxistas, jubilados que alquilan habitaciones a los turistas; las camareras, los pasajeros del transporte público pronuncian las “contraseñas”: “junta”, “nazis”. No tengo datos sociológicos y no pueden haber tales datos en esta situación, pero me da la impresión de que estas personas son la mayoría en la ciudad. Y no tienes ni idea sobre el grado de la tensión. Unas palabras típicas de un taxista: “simplemente estamos esperando el momento cuando sea posible vengarnos”.
Por otro lado, las cosas están aún más interesantes. Entrevistamos al Sector Derecho (fui allí como un periodista sueco). Allí hay tipos que son entusiastas de 18 años de edad. Una copia completa de los que se unieron al Frente Izquierdo en 2011-2012. Los mismos románticos ingenuos e inexpertos. Sólo que les dan leer los libros de Kagarlítski en vez de Yárosh. Y les parece que los patrones políticos son Mussolini y Franco. Ellos dicen: “a los que no les gusta la nueva Ucrania, tomad su maleta, id a la estación y largadse a Rusia”. De hecho, es una organización fascista que atrae a una oleada de la juventud inexperta. Pero esto no es lo peor. Lo peor son las personas con ideas moderadas. Aquí no menciono nombres, pero tengo grabadas todas las entrevistas.
Imagínate: una gran oficina en el centro de la ciudad. Un vehículo blindado está a la puerta. Y en el patio, un montón de matones con armas de fuego. Y el mapa de Ucrania. Estos son “activistas sociales”. Unos negociantes recogen dinero con fines patrióticos. Se han desarrollado un gran sistema. Este dinero es suficiente para comprar municiones y para su propio batallón de defensa territorial y para un grupo de muchachos armados defendiendo su casa. Sólo piensa: no tienen carácter oficial. Pero son el verdadero poder: el dinero, las armas, la organización. Y ningunas autoridades oficiales no pueden hacer nada contra ellos. Según sus opiniones, son muy moderados. Dicen: “odiamos a los nacionalistas ucranianos por que son provocadores”.
Pero cuando les pregunté qué iban a hacer si la mitad de la ciudad estaba en contra, cómo iban a vivir junto a ellos, uno de ellos me respondió, palabra por palabra: “Para ellos, tenemos un compromiso. Si están quietos en sus casas, todo estará bien. Si quieren hablar de la “junta”, pueden hablar en voz baja con su inodoro. Si salen a la calle, vamos a disparar”. No sé que opinas tú, Alex, pero para mí es un nazismo real. Sin payasos de opereta y con esvásticas. Y estos tipos en Odesa y en otras ciudades los hay muchísimos. Y la capacidad del diálogo civil está limitada con eso de “vamos a disparar”. Y ellos tienen armas, dinero, organización. No son amenazas vacías. Ya han disparado. Y lo han visto todos.
Un periodista me contó sobre el Anti-Maidán en Odesa. Según el, de la multitud de la gente, sólo el 10% eran realmente pro-rusos. Los demás estaban en contra del Maidán, pero no contra Ucrania. Los líderes de este Anti-Maidán tenían miedo de tomar medidas drásticas, estaban en contra de tomar los edificios etc. Este tipo dice que “las autoridades deberían rezar por ellos”. Pero les organizaron el 2 de mayo. Y la tragedia del 2 de mayo fue preparada con antelación. Probablemente, nadie planeaba esta cantidad de víctimas, pero las autoridades sí planeaban dispersar el campamento de la oposición y esta operación fue cuidadosamente preparada. Y no es propaganda de Putin.
Y ahora, acerca de la represión. En Odessa hay 78 presos políticos. Sólo en Crimea viven unos 30 refugiados políticos activos. Y la represión continúa. Parece que el tipo al que habíamos entrevistado (partidario del ex-Anti-Maidán) fue detenido 12 horas después de que nos despedimos de él. Llegó en un coche viejo “Lada”, nos sentamos en un café, él regañaba a la “junta”, sin miedo a nada. Luego nos llevó a ver las esvásticas pintadas sobre una estatua de Lenin. Luego tomamos el tren a Járkov, y él se fue a casa. Por la noche se lo llevaron. En su detención participaban los nazis. Los mismos que lo habían golpeado el 2 de mayo. De nuevo, le golpearon con barras de hierro. Le metieron explosivos. Ahora le acusan de terrorismo. Podría ser condenado a 8 – 15 años. Y eso tampoco es propaganda de Putin. Todo esto pasó ante mis ojos. Acabo de hablar con su novia por teléfono, traté de calmarla...
Lo comprobé en Yandex [*el buscador más popular en Rusia – Nota del traductor]. Sí, en julio el gobernador de Járkov anunció oficialmente que en la región de Járkov, por el período del abril al junio, fueron arrestados 314 “separatistas”. Tengo abierta una página de korrespondent.net, me gustaría enviarte el enlace... Pero la noticia ya ha quedado obsoleta. Alex, entiendo que la televisión rusa te hace pensar que todo está exactamente al contrario, pero lo que digo es cierto. Caramba, es una verdad que pasa todos los límites y puede volver loco a cualquiera.
Acerca de la gente con banderas de Ucrania en Mariúpol. No sé, a lo mejor los hay en Mariúpol. A lo mejor los movilizan los guardias nacionales, empujándole a la gente con ametralladoras. O Ajmétov [*uno de los oligarcas más ricos de Ucrania, posee una gran parte de la industria de Donetsk y de Lugansk – Nota del traductor]. Viajé en un tren de Járkov junto con una familia de Donbass. El tren iba desde la estación de Yasinovátaya: la más cercana a Donetsk que funciona. Ellos tienen miedo de hablar. Me costó sacar de ellos alguna información. Dicen que el ejército cada día bombardea los barrios residenciales con artillería y con no sé qué tipo de misiles (a pesar del alto de fuego). Un muchacho, que parece ser más valiente, dice que es ucraniano. Pero ha decidido que Ucrania ya no existe para él. Allí está pasando una pesadilla, Alex. Da miedo hacerles preguntas. La gente ha sufrido tantas atrocidades que me dan ganas de llorar. Pero en Kiev, otra cosa. Allí hay un consenso patriótico. Allí cada tercero se pone una Vishivanka [*una camisa con bordado étnico – Nota del traductor] o una camiseta con una inscripción de “Muerte a los enemigos”. En toda pared está escrito “Ucrania sobre todo” [*un calco del eslogan nazi “Deutschland über alles” – Nota del traductor], y hasta los borrachos que se pelean por un taxi gritan “¡Gloria a Ucrania!” Allí sí que prospera la “conciencia nacional”. Y allí están abiertas todas las bodegas, discotecas y clubes. Allí se siente menos el horror.
Y resumiendo... Primero, Ucrania está dividida. Es evidente sin ninguna propaganda rusa. Al menos, el sudeste del país. La tensión es tan grande que cualquier brote dará lugar a la guerra civil en todas partes. Sin ninguna intervención rusa. Y eso sin mencionar las contradicciones entre diferentes flancos en el campamento de los “ganadores”. Segundo, por su crueldad y inadecuación, el régimen ucraniano le dará un gran avance a Kremlin. Por la falsedad de su propaganda, por su intolerancia, por su represión. Por su populismo nacionalista. Al mismo tiempo, es un régimen muy débil, no controla bien su territorio, está desgarrado por las controversias. Pero da miedo pensar que pasa si éste se fortalezca. Y tercero, lo peor es que el movimiento de masas no se opone a la violencia, la tiranía, el nacionalismo, sino los hace crecer. Este movimiento no crea una gran democracia y pluralismo, sino reduce la agenda social a una histeria nacionalista.
El movimiento de masas está influenciado por los radicales y por aquellos para los que la guerra se ha convertido en un negocio. Debido a su inmadurez e inexperiencia, está casi totalmente bajo el control de las fuerzas más oscuras de las que uno se puede imaginar. Esto es exactamente lo que una vez evitamos en el movimiento ruso, conservando su potencial democrático (privándolo, al mismo tiempo, del apoyo de los oligarcas y condenándolo al fracaso), y esto es lo que pasó con el movimiento ucraniano. He aquí un panorama sombrío. Todo resultó ser mucho peor y mucho más drástico de lo que yo esperaba. No sé que está pasando en las “Repúblicas Populares”. Admito que allí haya muchas cosas desagradables. Pero en cuanto a la situación en Ucrania, ya no tengo ninguna ilusión. Estoy de acuerdo que toda esta historia con Ucrania afecta mucho a Rusia y a la sociedad rusa. Y también estoy de acuerdo que la propaganda juega su papel en esto. Y no entiendo bien qué es lo que vamos a hacer con todo esto.
Toquemos el tema de la campaña contra la guerra. Nuestros liberales parecían hacerlo todo para convertirla en un fracaso. Izan las banderas del sector derecho. O prohíben criticar el régimen de Kiev. Como resultado, se convierten de los partidarios de la paz en los partidarios de la victoria de una de las partes. Y por eso atraen muy poca gente. Y sin duda, el prestigio de la oposición no va a crecer. Por otra parte, según Levada [*un centro sociológico (ONG) – Nota del traductor], a partir de marzo se ha reducido en dos veces el número de personas que apoyan la idea de enviar tropas a Ucrania. Es decir, la histeria de la propaganda pierde su efectividad. Pero en lugar de discutir con la gente la verdad, una parte de la cual es el carácter completamente inadecuado del régimen ucraniano, nuestros liberales pasan al lado de Kiev, reduciendo la agenda del “movimiento por la paz” a sus mantras eternos de “este país” [*la frase usada frecuentemente por los liberales rusos al hablar de Rusia; sus oponentes suelen usar la frase “nuestro país” – Nota del traductor]. Creo que no debemos caer en la tentación de hacer amigos con todos los “enemigos de nuestros enemigos”. No podemos tomar la así llamada posición “pro-ucraniana”. De hecho, no es la posición pro-ucraniana, es pro-nazi. Creo que después de todo, aunque sea difícil, tenemos que ser una “tercera fuerza”. Entiendo que para ti es más difícil que para mí. Pero no puedo callarlo.
Fuente: http://ic.pics.livejournal.com/beriozka_rus/46004681/74193/74193_original.jpg
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